Las tan ansiadas “vacaciones” ¿Qué es lo primero que se nos viene a la cabeza, cuando pensamos en vacaciones? Pueden ser muchos sentimientos, desde alegría y emoción extrema hasta estrés total. Necesitamos vacaciones para “descansar” cuando muchas sabemos que es todo lo contrario, es para ordenar todas nuestras cosas pendientes que venimos acumulando y si decidimos viajar, la mayoría de las veces, llegamos más cansadas del viaje, que necesitamos vacaciones de las vacaciones, que contradicción total.

Pues bien, acá va mi punto, no digo que las vacaciones sean malas ni mucho menos, son ¡INCREIBLES! Pero como las vemos o manejamos es lo que nos puede jugar en contra o a favor, específicamente quiero escribir acerca de la naturaleza, viajamos para ver y respirar naturaleza muchas veces, pero veamos a los animales, por ejemplo, ellos viven en la naturaleza TODOS LOS DIAS, y saben nosotros podemos hacer algo similar, no de vivir como animales, sino de disfrutar la naturaleza, ¡TODOS LOS DÍAS! En un estado más natural, no esperar a estar cansadas, estresadas, agotadas para poder disfrutar de un paseo especial en un parque, en un bosque, en un jardín, sí quizás salir un poco de la ciudad, pero no implica necesariamente organizar un viaje de muchos días, solo una escapadita, tomar esos paseos como mini vacaciones continuas, permanentes, donde nos renovemos continuamente, donde respiremos energía, fuerza, amor.

Tenemos tanto a nuestro alcance, pero también estamos tan enceguecidas en nuestro día a día, que no vemos las actividades que podemos hacer, para nutrir nuestra alma aventurera, nuestra naturaleza salvaje.

Para mí, mucho parte de nuestra organización ya sea diaria o semanal, de nuestros hábitos, sin menospreciar nuestro sentido de improvisación, claro está, pero todos estos puntos se los trabaja, no esperemos que pasen meses, a veces más de un año para planear nuestras vacaciones, hagámosla continuas, días de escape, solas o acompañadas, todo vale, todo suma. Tengamos ese foco prendido, y no esperar a que este tintineando porque casi se quema para darnos cuenta de que algo no está bien, de que algo tenemos que hacer, no dejemos de darnos luz.

Las invito a pensar un poco en esto y ver que sale de sus pensamientos, corazón, cuando uno escribe o dice las cosas, tienen otro sentido y es un muy lindo ejercicio. ¿Qué piensas cuando dices vacaciones? ¿Cuál es tu vacación ideal?

Abramos nuestra mente, seamos creativas, soñadoras, no perdamos ese don que tenemos las mujeres. Y sobre todo seamos capaces de crear momentos especiales sin necesidad de unas “vacaciones” en su sentido trillado de la palabra.       

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